Añoranza

Esta noche en particular, te necesito aquí a mi lado. Y no es que no haya podido sobrevivir a solas otras noches indefinidas entre un verano que irrumpió adelantado y un otoño que reniega en retirarse. Estoy de jean y remera sin mangas, pero el frío que entra pese a las ventanas cerradas se filtra intenso en mi piel. Y te siento conmigo. Será porque sé que en esas islas donde ahora estás y siempre es verano, también el sol ya no quema tanto. Esta noche te necesito en mi cama. Sin importar qué ocurrirá mas tarde, ya sabes por lo general cómo acaban estas cosas luego, no? Sin embargo hoy no estoy sedienta de tu hombría, pese a que así siempre comienzan mis comienzos. Hoy le tengo ganas a tu voz, a tus historias, a tus sueños, a tu cara de asombro ante mis preguntas irreverentes y a tu falta de respuestas inmediatas. Hoy quiero repartir cartas contigo y comenzar de nuevo ese juego que tan bien sabemos jugar estando juntos, donde vos sos auténticamente vos y yo soy auténticamente yo, sin condimentos. Y que me cubras luego, cuando ya quede dormida.