BIENVENIDA

jueves, 20 de noviembre de 2008

Montevideo, lugar único mi Montevideo.

El año pasado, cuando regresaba de Madrid, el viaje resultó ser una verdadera opereta entre lo gracioso y lo trágico. El prometido avión que nos traería -supuestamente- era de la "nueva" generación de Pluna. Terminó siendo de la última generación de la segunda guerra, ya que viajamos en un avión de Portugal del año del golero. Pero al margen de ello, juro que disfruté hasta la tormenta¡¡¡ Al lado mío viajaba un chico de Málaga, que peleado con la vida y consigo mismo, pretendía comenzar a recorrer las venas abiertas de América Latina, no habiendo podido elegir mejor sitio que MI Montevideo¡¡¡ Conversamos casi todo el viaje. Al comienzo se mostraba un tanto tosco, ya que el avión venía repleto de "uruguashos" que desde hacía años no pisaban su país. Personas que se habían ido hacía muchos años a la "Madre Patria", habían juntado algunos euros "pa´comprarle la casa a la vieja, viste?" y ahora regresaban por quince días solamente, para luego retornar a sus nostalgias. Pero la mayoría de los que regresaba, eran personas relativamente jovenes, divertidas y amenas, que de cada "tragedia" hacían una broma, a la que me sumaba yo, por cierto¡¡¡ Y demás está decir que el chico ibérico se sumó también, explicaciones mediante de algunas de las bromas que eran mas bien típicas del Río de la Plata. Hasta los "azafatos" -varoncitos todos, ni una chica- en una mezcla de portuñol, tenían que frenar la risa ante las impertinencias de un chico que si no fue murguero, le pegaba cerca, pues la chispa que tenía era fuera de serie. Cuando el avión sobrevolaba el Aeropuerto de Carrasco, una pandilla de ellos -tatuados hasta las muelas- decían "mmmmmmmm, ya puedo oler los pan con grasa recién salidos de la panadería¡¡¡ Qué panzada de bizcochos que me voy a darrrrr"¡¡¡ Y apenas comenzó a aterrizar el ultramodernísimo avión, se abrazaron entre ellos, compañeros de lucha en la diaria fuera de Uruguay, y lloraron por sólo pensar en volver, aún cuando todavía no habían llegado. Confieso que también lloré pese a que yo había ido solamente de vacaciones a Madrid, pero recordé el dolor que produce el desgarro cuando atrás se deja algo que se quiere mucho.

Hoy en realidad buscaba un video en Youtube sobre Punta Colorada -nada que ver con lo que puse¡¡-, porque ésta última junto con el Cabo, son dos balnearios de antología, que no existen así como así por ahí y les amo por igual. Pero me topé con éste video, hecho por un uruguayo que se siente turista en su propia tierra, que llora por el Montevideo que le vió partir y que envidia a quienes en él permanecemos. Contradicciones de la vida, qué se yo. El poema es muy cálido, muy sentido y si bien no tengo la mas pálida idea de quién sea el chico, en su honor -vaya honor¡¡¡- y en el de los muchos que hoy están fuera pero con igual sentir, hoy mas que nunca, les dedico este post.

3 comentarios:

Eugenia dijo...

este post me recordó en parte mi historia - no emigré, me fui de viaje por varios años, que es distinto - cuando volví, me instalé justamente en Punta Colorada.
En otro blog que tenía, contaba rachas de la vida allá, y de la vida diaria acá, en mi casa de la playa.
Lo que contás, claramente, me resulta muy familiar y querido.

Vico dijo...

ay...me tocaste el punto débil...soy de esas que cuando vaya en el avión (vaya a saber cuando!) y vea el Río de la Plata moqueará antes de tocar tierra...

y ya me voy imaginando tantos olores que vaya saber el Tío Sam cuando ...cuando...cuando...oleré de cerca

me gustó tu estilo de escribir

yo no viví en Punta Colorada pero me pasé muchossss veranos de mi vida entre Valizas, el Cabo, Punta del Diablo, La Esmeralda..y pa que seguir!

saludos desde el invierno del norte

Zully dijo...

Helena, me alegra que coincidamos en mas de un aspecto. Punta Colorada tiene ese encanto de lo que aún está por descubrir, aunque mas "civilizado" que el Cabo. En cuanto al viaje, la primer vez que llegué desde España, lloré por lo que dejaba allá, pero a moco partido, eh? En cambio las diferentes vueltas e idas -cuando se ha ido quien quiero- no son tan llorosas, pero no por ello menos dolorosas. Un besazo, amiga y gracias por darte un paseíto por aquí aún sin Violeta, jajajaja

Querida Vico: pobrecita, ya creo que extrañarás olores, sensaciones, vivencias. Pero en fin amiga, cada cual sabe dónde le apreta el zapato y los motivos que le hacen estar fuera de su país. Aquí siempre estará tu corazón entero o parte. La globalización nos ha llevado a agujerearnos el corazón en mil pedazos y diseminarlos a lo largo del mundo. Pero late mas fuerte cuando estamos aquí, verdad?
Cuando vengas, encontrarás algunas cosas cambiadas incluso, algunas "idiosincracias", pero la base está¡¡ jajajajaa Un beso enormeeeeee y ya festejaremos tu venida................cuando tenga que darse. Mientras disfruta lo que hoy tienes, tu invierno y no sientas nostalgias de las playas que ya mojaron tu cuerpo aquí. De seguro lo volverán a hacer en un tiempo.